HOMENAJE A BEPPO Y ABDUL WAHAB

HOMENAJE A BEPPO Y ABDUL WAHAB

Con motivo del Legado de su Obra Pictórica al pueblo de Villa del Río

(Fuentes: Catálogo de la Exposición de Junio 2003)
Autor: Juan Calleja Relaño. Alcalde de Villa del Río.

Freda Clarence Lamb, llamada Beppo, nació en Londres el 22 de junio de 1899 y murió en Madrid, el 5 de febrero de 1989.

Allá por los años 30 se casó en París con el pintor tunecino Abdul Wahab, tomando desde entonces el nombre de Freda Abdul Wahab.

Beppo, fue una mujer muy entrañable para los que vivían la vida artística y cultural madrileña. Su presencia era habitual en el Café Gijón, y su mordaz locuacidad se hacía indispensable y querida por quienes frecuentaban esos ambientes. El café flamenco le encantaba, y le seducía de tal manera que se pasaba las horas dejada caer sobre el mostrador de la taberna Gayango con un cigarrillo entre los dedos y un vaso de vino tinto cerca de la mano; yo le acompañaba a menudo a esta taberna madrileña, donde Beppo era una institución, allí conocí con ella entre otros, a Pepe de la Matrona y a Rafael "el Gallina". Era una delicia estar con ella y oírle sus relatos en su peculiar castellano, cuyas blasfemias las decía tan elegante que parecían cumplidos.

Esta mujer se caracteriza más que por su pintura, que sin duda es muy interesante, por el gran talento que tuvo para el arte de vivir, siendo su propia vida su mejor obra de arte.

Manuel Vicent, uno de sus grandes amigos, al que le enviaba postales desde Villa del Río, en su fascinante libro "La novia de Matisse", la describe de forma tan real y natural que parece como si estuvieras con ella, en las mismas tertulias que relata el autor.

A Beppo, le apasionaban las personas sencillas y sobre todo la naturaleza. Pintaba unos paisajes con una belleza y dulzura difícil de definir. El olivo era su tema principal cuando pintaba paisajes de Montoro o Beas de Segura. Estaba enamorada profundamente de "los olivos". Unos días antes de su muerte, en una de las charlas que mantenía con ella, le comentaba, que era curioso "como podía amar de esa forma que manifestaba a un olivo"; y me decía: "Si, Juan, todas mis pasiones y amores no son sexuales, están aquí...(se señalaba la mente). Dejó escrito que cuando se muriera la incineraran, y sus cenizas se esparcieran sobre los olivos de Beas de Segura. Efectivamente, su amigo Julián Avilés, natural de este pueblo, tenía preparada la urna con sus cenizas y así se cumplió su deseo.

Nunca conocí a una mujer tan romántica como Beppo, amaba las cosas de forma inexplicable, las personificaba. Quien no la conociera bien, podría pensar que abandonó a su marido porque no le amaba; pero, sin embargo, lo tenía siempre presente. ¡Lo tenía en su obra!, obra pictórica que guardaba celosamente, y que no es lo bastante conocida, precisamente por eso, porque en sus pinturas lo tenía vivo... Recuerdo como, estando en su estudio, abrazaba y besaba las acuarelas de su marido, un gran pintor: Jilani Abdul Wahab, príncipe tunecino, que estudió en Oxford y vivió en París, fue amigo de Modigliani y Pascine, entre otros pintores impresionistas. Sus líricas acuarelas realizadas sobre el papel de arroz, son de una gran belleza, muy codiciadas por los coleccionistas.

Beppo, murió y no pudo ver de nuevo Villa del Río, como fue su deseo. Murió rodeada de sus amigos, los que le atendieron hasta el último momento: Carmina, Toni, Donato, Julián Avilés, Paquita, Luis Cañadas, Lidia Costa y algunos más.

El día antes de su muerte, el sábado 4 de febrero de 1989, mantuve una larga e inolvidable conversación con Beppo. Me volvió a recordar a gente de mi pueblo, a Jesús Montes, Juan Solís, Juan A. Marín "el mister", a don Juan "el cura", a José Luis Mañas (que la llevaba a ver peleas de gallos), a Elvira, a Paco Espino (de Montoro), a Jacinto Mañas y otros. Pero muy especialmente, me volvió a recordar a Pedro Bueno, me preguntó por su salud, ¡nunca me llama por teléfono!, decía, "pero es un gran amigo, yo sé que se acuerda de mí". Efectivamente, Pedro Bueno era un gran amigo de Beppo, fue su protector económico en los años difíciles, le enviaba dinero y le pagaba muchas cosas... "bajo cuerda" para que no se sintiese ofendida. Pedro Bueno ha sido un hombre muy bondadosa, pero sin embargo, el se empeñaba en aparentar lo contrario. "El otro día, me decía Beppo, me llamó un amigo común, cordobés, escritor, muy simpático... (no recordaba su nombre) ¿Mariano Roldán, Beppo?, ¡Si, ese!, exclamaba, "a que es verdad, decía, es muy simpático". Son todos formidables.

"Juan, me decía, tu sabes cuales son mis deseos; yo quiero mucho a Villa del Río, y deseo que mis pinturas estén allí..." sí Beppo, tu sabes que no podemos fallarte, le contestaba. ¡Ay! y las de mi marido en Córdoba, ¡Claro que sí!, le respondía.

El día 1 de mayo de 1989, se celebró en el Ayuntamiento de Villa del Río el primer homenaje a Beppo, fue un acto brillante con una conferencia a cargo de Francisco Zuras Torrens, crítico de arte, sobre "Aspectos de la vida y obra de Beppo Abdul Wahab". Esto fue el primer paso para dar a esta artista, así como de su voluntad, con el fin de cumplir sus deseos sobre su legado pictórico.

Soy depositario de este legado desde el año 1989, en el que se incluyen las obras pictóricas de Beppo, su marido Abdul Wahab y otros, según protocolo notarial, en el que se manifiesta los deseos de la artista, Para llevar a cabo la voluntad de Beppo, desde esas fechas se han ofrecido estas obras, para su exposición en Museo, a los siguientes organismos y entidades: Caja Provincial de Ahorros de Córdoba, en febrero de 1989; Ayuntamiento de Villa del Río, en septiembre de 1989; Diputación de Córdoba en el año 1991 y a Cajasur, en marzo de 1997. Todas estas entidades agradecieron el ofrecimiento, aunque declinaron su aceptación al no disponer de sala o lugar público para su exposición permanente.

También, para dar conocimiento de esta importante obra pictórica se han realizado distintas exposiciones en Córdoba y Villa del Río.

En la actualidad, se dispone en Villa del Río, de un lugar idóneo para cumplir los deseos de Beppo, concretamente, me refiero al Centro Cultural "Casa de las Cadenas", para su exposición permanente. Y es ahora, cuando ha llegado felizmente el momento de realizar la propuesta de DONACION AL AYUNTAMIENTO DE VILLA DEL RIO, y que nuestra Corporación Municipal ha aceptado por unanimidad, según certificado adjunto.

La obra que regala Beppo al pueblo de Villa del Río, puede que sea la colección más importante del "impresionismo" que exista en Córdoba. Por este motivo, consideramos que está muy justificado este Homenaje que hoy, el pueblo de Villa del Río, le tributa a Beppo.